La sífilis es una infección bacteriana causada por Treponema pallidum que da lugar a una morbilidad y mortalidad sustanciales. Se trata de una infección de transmisión sexual (ITS) que generalmente se transmite por el contacto con úlceras infecciosas presentes en los genitales, el ano, el recto, los labios o la boca; por medio de las transfusiones de sangre, o mediante la transmisión maternoinfantil durante el embarazo.
El uso correcto y uniforme de preservativos reduce significativamente el riesgo de infección. La transmisión maternoinfantil de la sífilis (sífilis congénita) es prevenible y puede alcanzarse a través de una detección y tratamiento tempranos.
La sífilis congénita se puede prevenir fácilmente a través de una detección temprana y tratamiento oportuno y adecuado de las embarazadas con la infección.
El diagnóstico de la sífilis se basa generalmente en la anamnesis, la exploración física y las pruebas de laboratorio. La sífilis no complicada puede curarse fácilmente con antibióticos. Sin embargo, si no se la trata, la enfermedad persiste durante años y causa problemas graves de salud.
- Los síntomas varían en las diferentes etapas. Generalmente empiezan 21 días después de la infección, pero pueden aparecer en un plazo de entre 9 y 90 días.
- Determinados grupos de población clave se ven afectados de manera desproporcionadamente alta y continúan presentando una carga elevada de sífilis, que oscila entre el 1% y el 27% en el caso de los hombres homosexuales y otros hombres que tienen relaciones sexuales con hombres (HSH), y entre el 0,5% y el 14% en las trabajadoras sexuales (datos de 2017).
- Si una mujer embarazada tiene sífilis puede producirse una transmisión maternoinfantil. La transmisión maternoinfantil de la sífilis puede prevenirse mediante la detección y el tratamiento tempranos con el antibiótico apropiado (penicilina).
- Aproximadamente un 40% de los bebés nacidos de embarazadas con sífilis no tratadas pueden nacer sin vida o morir a causa de la infección.
- En la mayoría de los casos, la sífilis puede curarse fácilmente con antibióticos (penicilina). El feto también puede curarse fácilmente con el tratamiento, y el riesgo de resultados adversos en el feto es mínimo si la madre recibe un tratamiento adecuado durante la fase inicial del embarazo (de ser posible, antes del segundo trimestre).
- La respuesta mundial a las ITS sigue actualmente las directrices de la Estrategia mundial del sector de la salud sobre las infecciones de transmisión sexual, 2016-2021.
- En el Plan de acción para la prevención y el control de la infección por el VIH y las infecciones de transmisión sexual 2016-2021 se describen las líneas estratégicas de acción que deben aplicar tanto los Estados Miembros como la Oficina Sanitaria Panamericana para mejorar y ampliar la prevención y el control de la infección por el VIH y las ITS en la Región de las Américas.
- La OPS/OMS ha ampliado el plan de acción para incluir el ETMI plus, que aprovecha la plataforma de salud maternoinfantil para la eliminación de otras enfermedades transmisibles prevenibles de la Región de las Américas, como las hepatitis y la enfermedad de Chagas.
- La OPS/OMS formula directrices y elabora manuales para apoyar a los países en la mejora de la vigilancia, la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de las ITS, como el documento Orientación para el diagnóstico de la sífilis en América Latina y el Caribe: cómo mejorar la adopción, interpretación y calidad del diagnóstico en diferentes entornos clínicos de la OPS del 2015.
- En el 2016, la OMS elaboró las directrices para el tratamiento de Treponema pallidum (sífilis) [en inglés] y en el 2017 la directriz sobre tamizaje y tratamiento de la sífilis en las embarazadas [en inglés]. Ambos documentos formulan recomendaciones actualizadas sobre la sífilis basadas en la evidencia más reciente disponible.
- La OPS facilita y fomenta la cooperación técnica entre los países, los asociados clave y organizaciones de la sociedad civil, y brinda una asistencia técnica directa a los países para respaldar el logro de la eliminación de las infecciones de transmisión sexual (ITS) prioritarias como problema de salud pública para el 2030.